Beeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee

Por años el Metro (tren subterráneo) fue el orgullo del santiaguino, la gente de provincias le encantaba viajar en el, por su modernidad y comodidad, junto al valor agregado de los últimos 10 años, de incorporar el arte a sus estaciones, podemos ver obras de connotados artistas chilenos en las estaciones de mayor importancia como por ejemplo: Mario Toral en Universidad de Chile, Sammy Benmayor en Baquedano, Guillermo Muñoz Vera en Moneda, entre otros. El Metro es rápido y estéticamente agradable sin embargo, con el nuevo sistema de transporte de la ciudad de Santiago (Transantiago), el Metro se ha transformado en una odisea para sus usuarios. El plan de transporte de Santiago se basó en utilizar como eje central el Metro, evaluando casi estimativamente que el flujo de pasajeros podría aumentar pero sin siquiera considerar que el tren funciona en un horario limitado en la noche como tope las 23:00 horas. La gran cantidad de usuarios que comenzó a recibir el Metro a partir del 10 de febrero, prefirió este medio de transporte por su frecuencia, “el Metro pasa lleno pero pasa y apretándonos todos cabemos,” pero ¿hasta cuando funciona ese apretándonos?, en la actualidad es una opción solo para valientes: embarazadas, niños, personas de la tercera edad, minusválidos o personas que sufran crisis de pánico, se les hace imposible utilizar este medio de transporte en sus horarios punta: de Lunes a Viernes entre 6:30 a 10:00 AM y de 18:00 a 21:00 PM por la multitud tanto dentro de los vagones como en los mismos andenes, más de 7 personas por metro cuadrado es una situación intolerable, desde que comenzó el sistema ya van 3 personas muertas por paro cardiaco.
Cuando en las noticias internacionales se veía el metro en Brasil con carros solo para mujeres para evitar manoseos, uno se sorprendía sin embargo uno de los problemas más desagradables para las mujeres dentro del Metro se ha acentuado gracias a la indeseable cercanía con otros pasajeros y los tarados que siempre buscan aprovecharse “toqueteando” y molestando, ante el aumento de denuncias de mujeres manoseadas la Presidenta Bachelet dijo: "He dado las instrucciones necesarias para prevenir este tipo de comportamientos para sancionar severamente a quienes cometen estos abusos, pero yo quiero mucho más, un país se mide por las conductas que permite o rechaza, yo les pido a todas las mujeres y a todos los hombres que nos escuchan, que nos unamos para proteger la dignidad de la mujer en la calle, en los espacios públicos y donde sea"
Pero está la otra cara de la moneda, para los hombres también resulta complicada esta situación, escuchaba una conversación de unos universitarios que decían que ya no pueden viajar tranquilos en el Metro, la muchedumbre llega a tal punto que la cercanía con los otros pasajeros es tremenda y peor aun no saben donde colocar las manos para que nadie piense que se le está manoseando, ya sean hombres o mujeres.