Mi objeto de deseo*

“¡Un Volkswagen Escarabajo de los 80’s para cinco chicas lindas!, está un poco carretiado, pero anda fenomenal a 70 Km./HR y lo mejor de todo es que sabe el camino de regreso a casa, es como los caballos del campo que llevan al huaso ebrio y casi lo tiran en su cama”.

¡Insuperable! pienso, escuchando con envidia a Paula, su auto bien podría ser considerado un cacharro inservible pero es mi auto ideal.

Llegamos al Club de Rock &. en tiempo récord, la música del local es la adecuada, parece que sacaron una compilación de mis temas favoritos y los colocaron o quizás el Dj sea mi alma gemela. Ha acertado a todo, incluso a la canción de Franz Ferdinand que tengo de en mi celular: “Take me on”, con la que nos fuimos a bailar Paula, Caro, Romi y yo.
Mientras bailamos se nos acerca un niño de 5 años, bueno en realidad debe tener unos 20 y algo, que quiere bailar con nosotras, me da ternura y le digo con el modo que se le habla a los niños del párvulo: “Bueno bailemos”. El chico nos comenta que en una ocasión mientras bailaba se encontró con su papá en este local, ¿A qué viene el comentario? medito, si ya sabemos que es muy chiquito pero por tiernuchito seguimos bailando con él; quizás algo malo le pueda suceder si no lo cuidamos nosotras, después de varios temas el niñito nos dice que se tiene que ir, nos despedimos de él casi previniéndole que cruce la calle con cuidado.
Sigue todo bien con la música. Por ser amiga del encargado del bar, la Caro es la encargada de buscar los bebestibles, llega con mi Vodka Naranja. Bailamos mirando unos videos de “Jackass”, es una estupidez todo lo que hacen esos personajes, se auto infringen dolor y se humillan mutuamente, (suena como algunas relaciones de pareja que conozco) ya al tercer video me marean o quizás fue el Vodka. Llega la Bichito bailando con una chica muy loca, “Chicas les presento a mi prima”. Después de un rato la chica loca nos dice: “Voy a ver a mi marido y vuelvo”. La Bichito nos cuenta que dejó a su marido en la mesa, la loca trae al marido arrastrando a bailar, el tipo tiene aspecto de gorila trasnochado obligado a bailar por su esposa, los dejamos en su onda. Nos entretenemos mirando a un enanito con indumentaria de roquero que se sube al escenario a bailar, a los encargados no les causa gracia y lo bajan y así siguen unas 5 veces hasta que se aburren y lo sacan arrastrándolo de los pelos, el “enano maldito” se queja vociferando el abuso de estos tipos grandotes para su persona.
"¡Es increíble como congeniamos con el Dj!" le digo a la Caro. Bailamos nuevamente. Se nos acercan unos tipos que quieren bailar con nosotras, no les hacemos caso.
“No sean pesadas, bailemos” dice uno de ellos, imponiéndonos una obligación que no tenemos, los ignoramos.
“Pero bailemos” sigue el tipo.
“Nos vamos” dice la Caro. Repliegue de tropas y cruzamos la calle para dejar a la Bichito, que vive en la dirección contraria a nosotras, en un taxi. Mientras esperamos, se detiene frente a nosotras un auto con los tipos que querían majaderamente bailar.
“Las llevamos”.
“No necesitamos” les responde la Caro.
“Saben son súper pesadas y feas” nos dice con ingenio uno de ellos.
“No nos importa, tú lo tenís chiquitito” le responde la Bichito, cuando justo llega su taxi, nos despedimos de ella mientras que a los insistentes antipáticos no les quedó otra que partir.
Nos volvemos al estacionamiento del Club a buscar mi anhelado objeto de deseo, ¡Me encanta como suena el motor de ese escarabajo!

* De un Post escrito en mayo del 2007