“Rechiflao en mi tristeza”, recitaba mi abuelo, mientras estábamos sentados en la mesa del comedor en su departamento en el cerro Playa Ancha, Población Marina Mercante en Valparaíso. Él adoptó este tango en sus últimos años, cuando se quiso comenzar a apartar del mundo. Nos explicaba la manera como se sentía ese hombre que estaba totalmente copado de tristeza; mi abuelo a medida que se fue alejando más de la realidad o colocando senil ese “Rechiflado” lo cambió por “reclinado”,”rechinando” o algo que rimara; mi abuela le reclamaba: “Este viejo”, él la miraba y continuaba con el recitado: “hoy te evoco y veo que has sido, en mi pobre vida paria, sólo una buena mujer, tu presencia de bacana” A ese “bacana”, mi abuelo le daba un énfasis especial, mirando a mi abuela mientras ella le reclamaba, por lo que ella consideraba una rayadura de platinos. Mi abuelo luego nos miraba y continuaba: “puso calor en mi nido fuiste buena, consecuente y yo sé que me has querido como no quisiste a nadie, como no podrás querer…”
Mi abuelo nos miraba, a los que estábamos en la mesa, y nosotros como en un momento casi fuera de la realidad, quizás intuyendo lo irrepetible que serían esos instantes (siempre que recitaba el tango le prestábamos la misma atención), lo observábamos atentos recitar ese tango con una pasión que cualquier cantante de tango desearía incorporar a su interpretación,
“Se dio el juego del remanye cuando vos, pobre percanta”, en ese “percanta**” movía sus manos para dar más énfasis aún, “gambeteabas la pobreza en la casa de pensión, hoy sos toda una bacana, la vida te ríe y canta, los morlacos del otario
los tirás a la marchanta como juega el gato maula con el mísero ratón”, cuando decía lo del "gato maula con el mísero ratón" yo estaba segura que soltaba unos lagrimones, esa parte del tango es mi preferida.
La parte que sigue la recitaba dando más hincapié a la ironía mezclada con dejo de tristeza:
“Hoy tenés el mate lleno de infelices ilusiones, te engrupieron los otarios,
las amigas, el gavión, la milonga entre magnates con sus locas tentaciones
donde triunfan y claudican milongueras pretensiones, se te ha entrado muy adentro, en el pobre corazón. Nada debo agradecerte, mano a mano hemos quedado, no me importa lo que has hecho, lo que hacés, ni lo que harás, los favores recibidos creo habértelos pagado y si alguna deuda chica sin querer se me ha olvidado en la cuenta del otario que tenés se la cargás. Mientras tanto que tus triunfos, pobres triunfos pasajeros sean una larga fila de riquezas y placer, que el bacán que te acamala tenga pesos duraderos, que te abrás en las paradas con cafishos milongueros y que digan los muchachos: es una buena mujer.”
Mi abuelo nos miraba, a los que estábamos en la mesa, y nosotros como en un momento casi fuera de la realidad, quizás intuyendo lo irrepetible que serían esos instantes (siempre que recitaba el tango le prestábamos la misma atención), lo observábamos atentos recitar ese tango con una pasión que cualquier cantante de tango desearía incorporar a su interpretación,
“Se dio el juego del remanye cuando vos, pobre percanta”, en ese “percanta**” movía sus manos para dar más énfasis aún, “gambeteabas la pobreza en la casa de pensión, hoy sos toda una bacana, la vida te ríe y canta, los morlacos del otario
los tirás a la marchanta como juega el gato maula con el mísero ratón”, cuando decía lo del "gato maula con el mísero ratón" yo estaba segura que soltaba unos lagrimones, esa parte del tango es mi preferida.
La parte que sigue la recitaba dando más hincapié a la ironía mezclada con dejo de tristeza:
“Hoy tenés el mate lleno de infelices ilusiones, te engrupieron los otarios,
las amigas, el gavión, la milonga entre magnates con sus locas tentaciones
donde triunfan y claudican milongueras pretensiones, se te ha entrado muy adentro, en el pobre corazón. Nada debo agradecerte, mano a mano hemos quedado, no me importa lo que has hecho, lo que hacés, ni lo que harás, los favores recibidos creo habértelos pagado y si alguna deuda chica sin querer se me ha olvidado en la cuenta del otario que tenés se la cargás. Mientras tanto que tus triunfos, pobres triunfos pasajeros sean una larga fila de riquezas y placer, que el bacán que te acamala tenga pesos duraderos, que te abrás en las paradas con cafishos milongueros y que digan los muchachos: es una buena mujer.”
Luego la ironía se alejaba e imperaba la tristeza, se sentía extraño cuando ya iba llegando al final, quizás ganas de decirle: Abuelito Rigo***, no importa seguro aquella no valía la pena...
“Y mañana, cuando seas descolado mueble viejo y no tengas esperanzas
en el pobre corazón, si precisás una ayuda, si te hace falta un consejo,
acordate de este amigo que ha de jugarse el pellejo "pa" ayudarte en lo que pueda cuando llegue la ocasión".
“Y mañana, cuando seas descolado mueble viejo y no tengas esperanzas
en el pobre corazón, si precisás una ayuda, si te hace falta un consejo,
acordate de este amigo que ha de jugarse el pellejo "pa" ayudarte en lo que pueda cuando llegue la ocasión".
*Compuesto en 1918 y grabado por Carlos Gardel en 1923
**Percanta, Significa "mujer" pero en tono medio burlón o peyorativo, el origen de esta palabra es incierto. Algunos opinan que es de origen italiano (Casullo, Malaret y Guarnieri) ), en cambio Cammarota sostiene que es un híbrido mezcla de "percalera" que significa mujer humilde, y "atorranta", ramera. Gobello dice "probablemente" proviene del castellano "percal" tela de algodón baratieri, en cambio Enrique Chiappara se juega por el origen francés "percant". Fte. Club de Tango.
***El Abuelito Rigo murió el 19 de diciembre de 2005
8 comentarios:
Yo también tengo en mi pasado el recuerdo de un abuelo tanguero. Con demencia senil ya. Pero toda esa historia se la comió un rencor familiar luego de la muerte de mi vieja. Ahí la familia de mi vieja mostró los dientes. Hubo destrucción masiva de fotos. No quedó ná.
A mi abuela materna ya fallecida, también le gustaban los tangos. De hecho es por ella que me aprendí varios.
Saludos
Sí mi abuelita materna siempre escucha tangos y cuando puse este tango volvieron muchos recuerdos de infancia.Me gusta el tango, pero me encantaría bailarlo como Al Pacino en Perfume de mujer.
Saludos Vero y buen finde.
La verdad es que en mi familia no existe mucha cultura tanguera por lo que el tema se me hace bien ajeno por momentos.
Cuídate.-
mi abuelo es uno más de los tangeros...
algunas veces anhelo haber tenido un abuelo así...
saludos!!
la letra con emoción latente , tene una connotación mayor. Fulgurante destellará en tu mente esa frase final que ahora se hace presente: "acordate de este amigo que ha de jugarse el pellejo"
Vive mientras haya alguien que le recuerde... y hasta yo, si llegó a oir ese tango, vendrá ese abuelo tuyo a dar un saludo
chau.
Mi abuelo no me trae recuerdos tangueros, me trae recuerdos de música mexicana, Jorge Negrete y todos esos.
Es increíble cómo influyen...
Saludos
no sé por que me emocionó, o más bien se muy bien por qué...
pero me duele acordarme..
:-(
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