Excusa

Estimados, tenemos la suerte de celebrar Navidad en verano, la gente se agolpa en las vidrieras con 35° de calor, buscando algún regalo que pueda demostrar lo que se siente por un ser querido o buscando la aspirina que nos deje bien con ese regalo que se hace sólo por cumplir. Otros cansados llegamos a casa y nos encontramos con los nuestros, reunidos en ambiente de fiesta, sin embargo a nosotros algo nos quitó el entusiasmo…respiremos y démonos un regalo a nosotros, no es nada material: pensemos que toda esta festividad surge de unos humildes padres que no tenían donde dar a luz a su hijo y la única opción fue un pobre pesebre. Seamos creyentes o no, el principal mensaje que podemos buscar es que lo grandioso surge de lo simple y lo postergado. No necesitamos mover nuestras joyas para calmar a un niño, quizás el canto de quien lo arrulla será lo más efectivo.


Feliz Navidad y que este día sea la excusa de reunirse con los que uno más quiere o de compartir con los que están solos.