lunes, 13 de agosto de 2007

Lo que se hereda no se roba

La adolescencia para mí es un tema, primero que todo por lo complicada que fue la mía y de la que creo me despedí el año pasado, es decir pasadito los 30. Hoy es tema por mi hijo, el cumple quince en septiembre. Mi hijo es bastante calmado, dentro de lo que podría ser, pero de repente sale con esas cosas que dejan descolocada. Estudia en un colegio bien riguroso en cuanto a la apariencia y cuando se ingresa a el, lo avisan antes, lo que me parece justo, no es útil pero está dentro de lo que socialmente se exige y si se elige ese lugar para estudiar se elige todo el paquete, yo me lavo las manos ya que mi hijo tomó la decisión de postular a ese lugar. Al retornar de vacaciones de invierno, de acuerdo a los requerimientos del colegio, mi hijo se cortó el pelo, todo bien la primera semana, pero la segunda me preguntó si se podía rapar al cero.
¿Quéééééééééééééééé? -dije- ¿Cómo se te ocurre? Con este frío. En el colegio te regañaran, si te pillan en la calle pensaran que saliste de una correccional y bla, bla bla… (Todas esas son cosas que uno dice, cuando le afecta directamente algo, si me lo pregunta una amiga diría que es hasta cool)
Bueno la situación fue la siguiente: no le gustó el corte de pelo y se pasó la máquina de afeitar, se dio cuenta del problema y le pidió auxilio a su papá quién solucionó el tema rapándolo, gracias a Dios no le cortó la cabeza ya que esa también era solución. Luego me evitó todo lo que pudo, ya que no lo dejo estar todo el día con gorro de lana dentro de la casa, hasta que me tincó que en algo andaba, con eso de evadirme, le pedí que se sacara el gorro y eso era, PLop. Es muy chocante ver al hijo de uno calvo, brillante y totalmente pelado. Después del regaño de rigor, me puse a meditar, como madre desobedecida, en qué fallé y junto a eso a auto-consolarme, ya que también lo he auto-enseñado y me auto-dije que no es para tanto, me alivió también, que sé que le crecerá el pelo en 20 días, según fuentes que han hecho lo mismo, además ahora ya se ve pelo y no solo piel.
Conversando con un amigo al respecto, él me preguntó cuál fue su motivación (buena pregunta). Sé que no es skinhead, lo que sí sería un drama para mí, le respondí que debía ser algún cantante de Hip Hop que admira, el que debe llevar el pelo de esa manera. Lo que me hizo pensar en cuando me gustaba disfrazarme de Madonna, Cindy Lauper o cuando usaba patas con falda imitando a alguna cantante o cuando tenía como 10 años y pedía que me tejieran polainas de lana para llevar a la clase de gimnasia, inspirada como mis compañeras de colegio por la película Flashdance, entre muchas actrices que he imitado en peinado, es decir con mi tejado de vidrio, mínimo que suceda esto. El fin de semana ya resignada y mirando los pósters de hiphoperos de su dormitorio, caí en la cuenta que todos esos fulanos están rapados, ni hablar como se le ocurrió la idea, ni de quién lo habrá heredado.

3 comentarios:

Jaime Ceresa® dijo...

Ja..me acuerdo que tenía 15 cuando me pelé la primera vez..mi vieja no reaccionó del todo mal..son cosas de gusto a fin de cuentas..no se.-

Cuídate.-

Nada dijo...

Bueno, la primera que lo rapó fui yo, cuando nació. Me gusta lo de raparse pero cuando es el hijo de uno, oops, es distinto, sale la mamá gallina picoteando a su pollito, bueno es parte de la vida. Los hijos en la adolescencia lo único que quieren es marcar la diferencia con los padres, dejar de estar bajo el ala de la gallina mamá, en este caso.

clauarroyo dijo...

Fíjate que si de mi hijo se tratase lo prefiero rapado a chascón. Aunque estoy resignada a que algún día sea chascón ,ojalá que a los 15 y no alos 40.

Saludos.


De Quino
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