Ying Yang

N de R: Si usted es amante de los animales y no me refiero a que practique la zoofilia, le recomiendo que no lea este post.

El domingo en la tarde al regresar de la casa de mi madre con mi hijita Matilda, nos percatamos que al finalizar la escalera que nos dirige al altillo que habitamos, había una paloma cobijada. Matilda que aún no habla me indicó que había una paloma, entonces le respondí: “Pobrecita, debe estar herida” , miré si tenía alguna lesión y no tenía nada, entonces pasamos a nuestra casa eludiendo al pichón.
Al día siguiente con tiempo faltante debido a que mis vacaciones, que se me hicieron pocas, se terminaron; salí y vi la misma paloma, el animalito me miró displicentemente, se movió mostrándome que había excretado en la entrada de mi casa, sin los reparos del día anterior y con el apremió que se tiene al solucionar un entuerto rápido, procedí a invitar bruscamente a la paloma de porquería con una patada en la “R”, acompañado de un “sal de aquí Mier..” a abandonar el sitio que la muy mal agradecida no valoró, luego procedí a desinfectar el lugar donde la ingrata pernoctó y me pregunté: por qué no solucionaré las cosas así a la primera.